NOSOTROS
NUESTRO CAMINO

Nuestro camino comenzó hace varios años, con un sueño compartido: “poner nuestras manos en la tierra” y transformarlo en una oportunidad de trabajo.
En el año 2012 esa idea tomó vida. En la ciudad de Esperanza, en algunas hectáreas de terreno de la familia, plantamos nuestros primeros árboles de pecán.
¿Por qué árboles? Porque sentimos que su sabiduría y longevidad nos acompañarían en un proyecto a largo plazo que vincule su crecimiento con el de nuestra familia.

Con el correr de los años, en la búsqueda personal por preservar nuestra salud, descubrimos el rol fundamental de la alimentación en ese sentido y las herramientas que teníamos en nuestras manos para contribuir al bienestar y la salud de todos.
Un torbellino de ideas afloraron y con ellas apareció nuestro “ÁRBOL MAGO”, sus nuevas formas para trabajar nuestro espacio, los productos que podíamos obtener y las opciones a compartir con los integrantes de nuestra sociedad.
Integramos técnicas regenerativas y saberes universales en el manejo del campo, a fin de preservar el entorno, a quienes trabajan en él y consumen sus frutos.
Incorporamos técnicas ancestrales para la elaboración de alimentos, donde el principal componente enriquecedor del fruto, es el tiempo y el uso de insumos que provienen de bosques comestibles como el nuestro.

Ya no somos sólo dos soñadores…
Esta gran familia de Árbol Mago se multiplica con un encanto especial del que destellan frutos de luz.
Tenemos mucho por recorrer, pero nos sentimos felices porque la magia crece día a día.